lunes, 23 de diciembre de 2013

El Franquismo: evolución económica y social (1939 - 1959).

 España era un país arruinado durante el período de 1939. Diezmada demográficamente, el hambre y la extrema necesidad eran la realidad cotidiana de una gran parte de la población.
La solución que dio el régimen franquista a la penuria económica estuvo marcada por el modelo creado en la Italia mussoliniana y consolidado en la Alemania de Hitler: la autarquía, una política económica basada en la búsqueda de la autosuficiencia económica y la intervención del estado.

El intervencionismo del Estado se extendió por gran parte de la economía nacional. El Estado fijó los precios agrícolas y obligó a los campesinos a entregar los excedentes de sus cosechas. Se creó el Instituto Nacional de Industria en 1941 para un mejor control de la debilitada industria española y se estableció un rígido control del comercio exterior. 

Respecto a las condiciones económicas, los años de la posguerra marcaron una tremenda regresión en el terreno económico. El hundimiento de la producción agrícola e industrial fue acompañado de un retroceso histórico: el sector primario volvió a superar el 50 por ciento de la renta nacional. 


En un contexto de escasez e intervención estatal, el mercado negro, el estraperlo, y la corrupción generalizada (licencias importación y exportación, suministros al Estado...) se apoderaron de la economía del país.
Esta situación se vio fuertemente agravada por la coyuntura internacional. A la segunda guerra mundial, 1939-1945, le sucedió un período de aislamiento por la condena internacional del régimen de Franco como aliado del Eje.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Patrón Oro (1879-1914)

El patrón oro es un sistema de tipos de cambios fijos, que surge en Gran Bretaña para evitar los problemas
que se derivan de la ley de Gresham y el bimetalismo. Se caracteriza porque la cantidad de dinero en circulación debe ser igual a las reservas de oro.
Posee unos mecanismos automáticos que contribuyen a conseguir simultáneamente el equilibrio de la balanza de pagos en todos los países. Podemos distinguir dos tipos:
En los países con déficit las salidas de oro implican un incremento de los tipos de interés interbancarios y de los bancos comerciales, reduciéndose así las inversiones, que lleva a un incremento del paro, y por tanto una bajada de los salarios, que acompañado de la reducción de la masa monetaria en circulación, da lugar a la deflación, con un incremento de las exportaciones y reducción de las importaciones. Todo ello provoca un superávit en la balanza comercial que junto con la entrada neta de capital, propicia la entrada de oro.
Sin embargo, en los países con superávit el efecto es totalmente a la inversa.