sábado, 4 de enero de 2014

Conflicto histórico por Gibraltar.

La península de Gibraltar, desde el principio de la historia moderna, ha sido un lugar ocupado entre los mundos que le rodean: árabes, cristianos y anglosajones. En aquellas épocas resultaba estratégica su ubicación para el comercio entre Asia, África e Europa, por ello fue lugar de grandes asaltos por parte de los piratas.

Sin embargo, el conflicto que se vive actualmente se deriva de un acontecimiento muy diferente a lo anterior, pero que sin duda tiene relación con la situación geoestratégica y de poder que se vivía en el siglo XVIII. Era el tiempo de la expansión de las grandes potencias, su valor y poderío se reflejaban en las colonias que poseían y la situación geográfica de las misma.


La sucesión a la Corona de España fue el pretexto idóneo para que dos de las grandes potencias de Europa (Inglaterra y Francia) se disputaran Gibraltar en detrimento de su tercer rival: España. 

La muerte de Carlos II trajo consigo la disyuntiva de buscar y de elegir entre dos candidatos apoyados cada uno por una potencia. La rama de los Borbones, con Felipe V, estaba apoyada por los franceses. Por su parte Inglaterra apoyaba a Carlos de Austria. Estos apoyos se dieron con el objetivo de equilibrar la correlación de fuerzas entre Inglaterra y Francia, más que por la sucesión misma a la Corona española. En toda esta guerra que se libro por la sucesión quedo de por medio el territorio de Gibraltar, que por entonces pertenecía a España pero que fue invadido en varias ocasiones por Inglaterra. 

Después de varias disputas al respecto y al llegar por fin la ansiada sucesión, Inglaterra dio su reconocimiento a Felipe V a cambio de Gibraltar, el cual fue cedido por el Tratado de Utrecht en 1713.


Sin embargo, Felipe V llevó a cabo la cesión de Gibraltar sin jurisdicción territorial alguna y por tanto Inglaterra nunca tuvo soberanía total en el territorio ya que no se puede Gobernar sin hacer leyes. Por tanto es legítima, la reclamación de España, respecto a la soberanía de Gibraltar. Gibraltar es una parte del territorio nacional y como tal debe volver a la soberanía española. El Gobierno español ofrece dar a Gibraltar un estatuto a través de una vía especial de la Constitución.







viernes, 3 de enero de 2014

La crisis de los tulipanes en los Países Bajos.

La tulipomanía fue un periodo de euforia especulativa que se produjo en los Países Bajos en el Siglo XVII. El objeto de especulación fueron los bulbos de tulipán, los holandeses hicieron subir los precios de estas flores hasta cimas astronómicas, dando lugar a una gran burbuja económica y una crisis financiera. Constituye uno de los primeros fenómenos especulativos de masas de los que se tiene noticia. La situación llegó a tal extremo que incluso un marinero fue encarcelado por comerse un bulbo que confundió con una cebolla, valorado en más de lo que costaba mantener un año a la tripulación. Al estallar la burbuja, los comerciantes rogaron al Gobierno que les apoyara.
 El origen de la tulipomania holandesa lo explican varios factores. Por un lado, el éxito de la Compañía holandesa de las Indias Orientales y la prosperidad comercial de los Países Bajos, y por otro, el gusto por las flores, especialmente las exóticas, que se convirtieron en objeto de ostentación y símbolo de riqueza.

La aparición de tulipanes multicolor únicos, coloración debida a la infección por un virus que se transmitía por los pulgones, hizo que su precio aumentase paulatinamente. Pronto los tulipanes se convirtieron en signo de ostentación y comenzaron a venderse casas y campos a cambio de un solo bulbo, parecía que la subida de precio de estas flores no tenía límite y la inversión era segura.


El tulipán comenzó a cotizar en bolsa y se generó un mercado de futuros en el que se comerciaba con bulbos antes de que existiesen. La locura alrededor del mercado de tulipanes alcanzó su máximo el 5 de febrero de 1637, día que se hizo la última gran venta: 99 tulipanes de gran rareza por 90.000 florines (unos 15.000 euros actuales). Al día siguiente medio kilo de tulipanes se pusieron a la venta con un precio de partida de 1.250 florines y nadie pujó por ellos. Los precios comenzaron a caer en picado y la economía holandesa quebró al no poder hacerse frente a las deudas comprometidas para comprar tulipanes y el pánico generalizado.